jueves, 5 de mayo de 2011

COPENHAGUE



Son las once y me dispongo a contaros un poquito de lo que hemos vivido hoy. ¡Espero no quedarme dormida como ayer mientras escribía! Si leéis alguna cosa extraña, será que he caído en los brazos de Morfeo de nuevo.


Mi impresión de la capital danesa es la de una ciudad llena de vida, con un ambiente increíble, y con un cierto toque a Amsterdam. Hoy nuestros chicos han estado fenomenal y han llevado lo que ellos denominan "el paso sueco" (andar muy rápido). ¿ El motivo? Querían poder ver la famosa "Sirenita" y después tener tiempo para vagar por las numerosísimas tiendas de Strøget, la artería del centro de la ciudad, y lo consiguieron. Chapó. 


El viaje de tren de vuelta ha sido toda una odisea. En plena rustid (hora punta), mucha gente que trabaja en Copenhague volvía a casa en Malmö, así que los vagones estaban llenos hasta reventar. Ahora que estamos en tiempo de feria en Sevilla, cerré los ojos por un momento y me pareció estar en uno de esos autobuses que van hacia el Real y que nunca abren las puertas... aunque faltaban los volantes de los trajes de flamencas.


Al llegar a la estación de Malmö pude comprobar la conexión tan fantástica entre nuestros chicos y los suecos. Allí se encontraban decidiendo dónde iban a tomar un café mientras planeaban el fin de semana. Por eso, y para terminar esta entrada de hoy, os voy a enseñar una palabra que me encanta del sueco  y que define el ambiente de nuestro intercambio: roligt. ¿El significado? En nuestra próxima entrega.

2 comentarios:

  1. Creía que era yo la que estaba medio dormida y no sabia en el siglo que me encontraba jajaj

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  2. Gracias María, aún medio dormida te acuerdas de los/las que estamos en Spain esperando nuevas entradas en el blog.
    Que descanses.

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